Podar las rosas

08.06.2012 16:41

 

       TODAS TUS DUDAS, BIEN SUELTAS


¿Cuándo y cómo debe podarse un rosal para conseguir el estado de alud óptimo y una floración espectacular?  ¿Qué cuidados requieren las diferentes variedades?  En estas páginas encontrarás todas las claves.
¿Hay que cortar mucho o basta con hacerlo de manera ligera?
Depende del vigor de crecimiento que se desee y del tipo de rosal. Con una poda rigurosa se obtienen brotes más fuertes y mejores flores. Hay que dejar 3 yemas por rama. Es lo más adecuado para rosales de flores dobles, de porte bajo e híbridos de té. Y la poda leve pretende aumentar la producción de flores en rosales de flores sencillas en ramillete, como los arbustivos. Se hace cortando un tercio del volumen total de la planta.
¿En qué consiste y para qué se hace la poda de plantación?En invierno puedes comprar tus rosas a raíz limpia o desnuda. Te costarán poco dinero y el arraigo esté asegurado..., si las sometes a una poda de plantación. Consiste en, una vez el ejemplar junto al hoyo, que debe ser amplio (40x40 cm.), despuntar todo su sistema radicular y la parte aérea. Conseguirás no sólo que broten las yemas respetadas, sino que emita nuevas y potentes raíces bajo tierra, superando bien el trauma del trasplante sin tierra.

¿Cómo se reconoce y cómo debe tratarse la madera deteriorada?
Es ahora, con los nuevos brotes saliendo, cuando resulta más fácil distin­guir las zonas sanas de las estropeadas. La madera muerta se reconoce por su color marrón oscuro, que debe eliminarse. Hay que cortar por encima de una yema sana orientada hacia el exterior de la planta. Si descubres que la madera es marrón en lugar de verde o blanquecina, corta más abajo, hasta que un tono claro permita iden­tificar los tejidos buenos. Aunque el ejemplar puede vegetar con tramos marrones, es probable que termine marchitándose durante el crecimiento

¿Qué cuidados hay que realizar después de practicada la poda?
Es importante revisar y ajustar los tutores de las especies que, como las rosas trepadoras, requieran guías. Además, conviene aplicar una buena capa de abono, preferiblemente orgánico, y un tratamiento a base de fungicidas e insecticidas para prevenir plagas y enfermedades. Suprimir las flores marchitas, controlar que | re le falte agua a la planta, y cavar el suelo circundante favorecer la entrada de aire y luz son tareas periódicas que tampoco deben descuidarse.

¿Cómo deben hacerse los cortes? ¿Hay que aplicar después pasta cicatrizante?
Los cortes se harán siempre a 6-8 Mm. por encima de yema que salgan hacia afuera y conduciendo los biseles hacia el exterior. Deben ser limpios y las zonas podadas lisas para evitar que entren parásitos. Para evitar desgarros, usa tijeras de podar bien afiladas. Los cortes de ramas completas hazlos a ras del tallo. Es bueno aplicar pasta cicatrizante en las heridas superiores a 3 cm. de sección para prevenir infusiones y evitar que las ramas se sequen.


 FORMAS DE HACERLO  ROSALES BAJOS.

Poda leve a principios de invierno para eliminar entre una tercera parte y la mitad de su vegetación y poda rigurosa al finalizar la estación. Conviene una poda de limpieza de las flores antes de que se marchite.

¿Qué beneficios garantiza una poda hecha de manera adecuada?

Además de favorecer plantas sanas, incrementa su longevidad, estimula el crecimiento y da más flores de calidad. Al eliminar los brotes viejos, la luz y el aire penetran hacia el interior, con lo que se previene la aparición de hongos. Los cortes aseguran el abastecimiento a las yemas de savia y nutrientes, y la aparición de brotes vigorosos y fuertes. Si no se practicasen, la planta correría el riesgo de crecer sólo hacia arriba. Por su parte, la floración es de mejor calidad y más copiosa.

¿Cuál es el equipo necesario para realizar un trabajo?
Elementos suficiente e indispensable para llevar a cabo cualquier operación de poda son una tijera de mano y un par de guantes. Las tijeras tienen que ser de acero de calidad y estar bien engrasadas, limpias y afiladas. Para cortar ramas gruesas lo mejor es utilizar un modelo de uña de dos manos, que se puede elegir con o sin brazos suplementarios, dependiendo de la dificultad del corte. Cuantos mayores sean los brazos, menor será el esfuerzo. Con respecto a los guantes, tienen que ser tan sensibles que permitan trabajar con precisión, pero lo suficientemente resistentes como para que las espinas no los traspasen. También resultará muy práctico disponer de un cordel para atar las ramas cortadas.

  ¿Cuál es el momento idóneo para ponerse  manos a la obra?
La última etapa del invierno, entre los meses de febrero y marzo, cuando ya han pasado las heladas (¡ojo con las tardías!) y las yemas se inflan. La mayoría de rosas soporta bien los fríos primaverales, no obstante, en zonas de climatología muy severa puedes retrasar la tarea unos días. Pero si podas muy tarde, correrás el riesgo de eliminar partes vegetales irremplazables. Si no queda más remedio que hacerlo a destiempo, corta lo menos posible para eliminar únicamente ramas estropeadas o defectuosas. Los despuntes y la eliminación de flores deterioradas, en cualquier época.

 ¿Cómo puede calcularse bien la antigüedad i de los brotes?
El crecimiento de las rosas guarda relación con la edad de sus brotes, que es conveniente renovar para fortalecer la planta y conseguir floraciones de mayor calidad. No es difícil distinguir la madera vieja de la nueva, basta con observar el rosal con detenimiento. Los brotes nuevos son de color verde claro y sus yemas de color rojizo. La madera vieja es más rugosa y oscura, es decir, leñosa, y sus brotes, de entre 1 y 4 cm. de grosor suelen ubicarse en la parte inferior de la planta.

 ¿Que partes de la planta son las que deben eliminarse al podar?
Como se pretende que el rosal crezca sano y equilibrado hacia todas direcciones, primero hay que cortar las ramas heladas, muertas o enfermas, y, a continuación, los brotes mal orientado. Si una rama crece torcida hacia adentro, pódala cuanto antes para que no impida la entrada de luz y aire hacia el interior; y si dos brotes que crecen en la misma dirección se cruzan, elige el más fuerte y podar el otro en la base. Los tallos que se rocen, por su parte, pueden producir heridas que debiliten el crecimiento del rosal, por lo que, como en el caso anterior, hay que eliminar los más débiles.

 DE COPA O TALLO ALTO.
Son el resultado de injertos y se podan igual que la variedad injertada, generalmente de mata, pero desde ahí. Deja sólo ramas de entre uno y tres años para que la copa no pese mucho. Poda de vez en cuando los brotes laterales.
ARBUSTIVOS. Aquí, el objetivo es estimular el crecimiento de las rosas y mantener la densidad del conjunto. Rebaja en un tercio las ramas respetadas después de eliminar las viejas, secas o enfermas. En verano, limpieza de flores marchitas.
 TREPADORES. Lo básico es respetar las ramas elegidas como guías para cubrir una celosía, una pérgola, un cenador... Las ramas secundarias se podan a tres yemas desde su inserción en la guía. Los tallos viejos que no den brotes nuevos se cortan por la base.
 RASTREROS. No requieren muchos cuidados. Poda la madera muerta y los brotes demasiado débiles o finos y despunta o aclara las ramas de la temporada anterior. En primavera poda los brotes que se crucen o se rocen para que crezcan separados.

            EL MANTENIMIENTO A LO LARGO DEL AÑO
Además de la poda de invierno, estas labores garantizarán la buena salud de las rosas a lo largo del año.
 CORTAR LAS FLORES. La poda de floración consiste en cortar los tallos de las flores cuando se abren y tener una segunda generación de buena calidad.
 ELIMINAR TALLOS MUERTOS. Debe realizarse siempre que se considere necesario a lo largo del año. También se deben retirar los chupones. Para prevenir la aparición de parásitos, es importante retirar del suelo la madera cortada, sobre todo la enferma.
ARRANCAR LAS AGALLAS. Las agallas son protuberancias rojas que se forman en brotes jóvenes, hojas o pétalos. En su interior hay larvas de una variedad de avispa y duran tanto como tarda el insecto en ir al exterior, pero durante este tiempo debilitan la planta.
SELECCIONAR LOS RENUEVOS. Son los brotes jóvenes que crecen rectos y sin ramificarse tras una poda rigurosa. Pueden impedir el desarrollo de tallos laterales cargados de capullos. Entonces, poda una parte desde la base y despunta el resto para que se ramifiquen.

1. Elimina lo marchito y no tendrás escaramujos
Corta encima de la 4a hoja
Si no podas las flores marchitas, aparecerán escaramujos o frutos, y la planta invertirá su energía en la creación de semillas y no en más flores. Por eso, si no te interesan los escaramujos, debes eliminarlas tanto en los Híbridos de Té como en las Floribunda. Como guía para hacerlo, cuenta las hojas de arriba abajo y corta por encima de la tercera o cuarta, a unos 4-5 mm. En las rosas que dan flores en umbelas, poda todo el grupo a la vez.
2. Pon una malla bajo los cúbreselos
Objetivo: librarte de hierbajos
Las rosas de desarrollo poco elevado se desparraman sobre el suelo, formando un denso tapiz de flores que dificulta la vida de cualquier planta bajo ellas, incluidas las invasoras. Pero eso ocurre cuando son adultas. Hasta entonces, es importante que controles que ninguna mala hierba les haga competencia. Y para eso, nada más cómodo que hacer uso de una práctica lona geotextil o anti-hierbas que debes colocar durante la plantación, alrededor de tu ejemplar. Para que no quede a la vista afeando el jardín, cúbrela con una capa de arena, corteza de pino, etc.

3. Despunta tallos y raíces
Antes de plantar a raíz limpia
Todavía tienes tiempo de plantar rosas a raíz desnuda o limpia y ahorrar
unos euros en la operación. Con esta presentación tu ejemplar te costará unos 3
euros, mientras que en tiesto será justo el doble. Para facilitar que la planta agarre,
empieza recortando aproximadamente las raíces un tercio de su longitud.
Así provocarás que rebroten con vigor. Libra también a tu ejemplar de las que estén
Estropeadas y débiles y, por último, da un repaso a las ramas, eliminando sus extremos.